Los hay de todos los colores, sabores, texturas y usos. Los lubricantes son una parte activa de la introducción (si, así con doble sentido), nudo y desenlace del sexo ya sea oral, anal o vaginal.
Así les cuento con una breve reseña los lubricantes que pude encontrar en una farmacia común y silvestre, cuyas marcas me sonaron y que más confianza me inspiraron (ya sea porque los usé yo o alguna amiga/o):
Tulipán
Los más económicos y simples.
Así como sus hermanos preservativos son los más económicos y básicos en sus variedades. Viene el clásico “gel íntimo” que no tiene efectos sino que añade más lubricación en caso de necesitarla. Si bien no tiene mucho encanto, la realidad es que si lo que andás necesitando es un poco más de “humedad” y nada más, éste es el más baratito del mercado.
Voy a ser completamente honesta (corriendo el riesgo que la gente de Tulipán me odie), el sabor chocolate es horrible. No sólo tiene, en un primer momento, un olor muy fuerte y nada sugestivo sino que a la hora de saborearlo tiene gusto a remedio.
K-Y
Uno normal y uno con efecto calor.
Históricos casi, los K-Y vienen abriendo el camino en materia de lubricantes relacionados con el amor en la pareja y no sólo con el sexo casual y animal. Encontré el K-Y Gel Lubricante y el K-Y Warming Ultra-Gel.
El K-Y Gel Lubricante, común, es a base de agua como la mayoría y tiene un sutil aroma plástico. Es la presentación más grande de todos los que compre (100 gramos).
MultiO
No tengo miedo ni pruritos en decir que el MultiO original, ese con L-Arginina que ahora se llama “Pleassures”, es dentro del universo de los lubricantes lo que Messi al mundo deportivo.
Cumple, cumple y cumple un poco más. Tanto yo como muchas amigas lo probamos y no defrauda. No esperes milagros si jamás tuviste un orgasmo o si tu pareja no te termina de encender del todo. Pero si lo que buscás es ponerle un poco más de intensidad y velocidad a un sexo de por sí exitoso, ni lo dudes 😉
Miss V
Con presentaciones lindas, que remiten muy poco a un lubricante y mucho a un perfumero, V viene a abrir la cancha a lo que yo llamo “el lubricante para la cartera de la dama”. Tiene muchas variedades, y cuando digo muchas son MUCHAS en serio. Un poco mareada, y sin entender bien qué es para dónde, llevé todos los Miss V que encontré.
Párrafo aparte para el Miss V Chicle que tiene uno de los sabores mejores logrados que olí/saboreé el último tiempo. Reminiscencias al querido Bubbaloo Tutti frutti al instante.
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