Si sos una persona que le gusta derribar todos los tabúes; con la mente abierta; que se permite todo aquello que el cuerpo desea, repasa estas costumbres provenientes de pueblos lejanos que seguramente no conocías.

A la hora de repasar estas prácticas sexuales históricas, ¿somos las personas más liberales e imaginativas de nuestra época? ¡Seguí este top five y averigualo!

 

1-Un río de semen

Al crecer el Nilo, el mayor afluente de África, los egipcios creían que se debía a las eyaculaciones de su máximo Dios llamado Atum. Por este motivo, los máximos jefes del pueblo de las pirámides, los faraones, se organizaban en masturbaciones masivas a la orilla de ese río como práctica ancestral y conmemorativa.

2-Ser gay en Atenas

En la antigua Grecia, la homosexualidad era socialmente aceptada, pero solamente entre hombres mayores y adolescentes. Esto se debe a que esta sociedad creía en una comunidad ideal de masculinos fuertes e inteligentes y sólo ellos tenían derechos a realizar lo que quisieran. Es así que no estaba bien visto una relación sexual entre dos hombres de la misma edad ni clase social por ser considerado un acto de inferioridad, así como también no se daba lugar a las relaciones entre mujeres.

3-Entre hermanos

Sonará raro, pero el compartir una pareja amorosa y/o sexual con un familiar es una práctica que data de miles de años. De hecho, existen algunas tribus en los Himalayas que practican esta costumbre porque ellos tienen la creencia de que así disminuyen la procreación de hijos en esa tierra. Así bajan su población ante la falta de territorio donde poder asentarse y desarrollarse

4-Sin categorías

En Roma no existían los términos contemporáneos como “heterosexual” u “homosexual”, sino que la forma de diferenciar a las personas por su orientación sexual o sus prácticas eran por ser penetrado o ser penetrador, como se denominaría en la actualidad “pasivo” y “activo”. La pasividad masculina simbolizaba pérdida de control, uno de las máximas fallas que un hombre romano no debía tener. Todas sus acciones debían estar centradas y con un objetivo concreto. Es por eso se veía bien socialmente tener prácticas tanto con hombres como mujeres de forma activa.

5- ¿Comer o tener sexo?

Cuando a muchos se les realiza esta pregunta, no saben qué posicionar primero o en qué orden hacerlo. Para resolver este problema, quizás haya que remontarnos a Brasil donde un pueblo originario llamado Aweikoma denomina estas dos prácticas del hombre con el mismo término ya que consideran que ambas implican introducir algo en el cuerpo.

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