Del francés «voyeur» que significa «el que mira», el «voyeurismo» es gozar de la observación de actos sexuales sin ser descubierto. Esto diferencia de quienes disfrutan de una buena película porno o quienes pagan por ver un acto sexual en vivo.
Según expertos que estudiaron el tema, Charles Gellman y Gilbert Tordjman, el verdadero voyeurista es el que practica su actividad mediante un elemento de por medio como puede ser unos binoculares, una cámara, etc.
Lo interesante de estas actividades es llevarlas a cabo de forma moderada para disfrutarlas al máximo. ¿Una buena idea? Contemplar a tu pareja cuando se baña desde la cerradura del baño.
Está bueno hacerlo de una manera consentida y tomar de esto algo que sea agradable. Sin llegar a ser perverso, el mirar a otros teniendo sexo puede ser atractivo.
Es sólo cuestión de probar.
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