Con emoción, miedos, ansiedad, la primera vez suele generar distintos sentimientos. Pero sí algo está claro: es algo especial y único. Algo que nos marca para toda nuestra vida sexual.
La forma en la que hayamos vivido esa primera vez suele repercutir en el resto de nuestras experiencias sexuales. Cosas que nos pudieron marcar positiva o negativamente, pero está bueno poder identificarlas. Así, ante un problema, poder solucionarlo de la mejor manera.
Expertos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Otago de Nueva Zelanda indicaron recientemente que la inseguridad, frustraciones, miedos o ansiedad generados por un mal momento pueden perjudicar al orgasmo, el deseo sexual y la excitación.
De esta manera, vivir algo decepcionante puede desencadenar algunas problemáticas o traumas. En hombres, eyaculación precoz o falta de erección y en las mujeres, vaginismo y anorgasmia.
Por otra parte, mediante otro estudio de la Universidad de Tennessee de Estados Unidos se pudo saber que los participantes que se sentían amados y respetados por su pareja en la primera vez, y que la calificaban como una experiencia positiva, sentían más satisfacción sexual en sus encuentros posteriores.
Realmente la primera vez sale como sale, sea como sea. Es importante estar seguros de que queremos arrancar nuestra vida sexual, hacerlo con cuidado y disfrutar lo más que podemos. De la experiencia, luego se aprende más y más.
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