El Taoísmo es una filosofía de vida de origen Chino que data de 2.500 años creada por Lao-Tse. En la práctica sexual, se utiliza para mantener una mayor comunicación, confianza y seguridad con la pareja.
En la actualidad, se estima que cuenta con unos 50 millones de seguidores, principalmente en Asia.
Su principal objetivo es la búsqueda de la armonía y el equilibrio de las energías a través de una buena alimentación, ejercicio físico, correcta respiración y una sexualidad saludable.A su vez, aporta herramientas al hombre para controlar el acto sexual. Es por esto que es una solución para problemas de contención como la eyaculación precoz.
El Tao sostiene que al eyacular, se derrocha la fuerza vital del hombre en el semen. Por esto, propone la regulación de la eyaculación a través del control mental. En la mujer, consideran que posee una reserva inagotable de fluídos que al sacarlos durante un acto sexual, no difiere en su energía.
Para practicarlo, es necesario que el lugar sea un espacio agradable, con ricos aromas, cómodo y esté ambientado de forma propicia para el acto sexual. Hay que dejar de lado los prejuicios, liberando la mente.
Darle mucha importancia a la previa a través de besos y caricias es fundamental, sobre todo en aquellas zonas poco habituales como las manos, los labios, los pies, la espalda, los muslos, las orejas, el cuello y luego sí, pasar a las las zonas íntimas.
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Orgasmo y eyaculación: ¿Son lo mismo?
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