El sexo es una de las experiencias en las cuales el cuerpo y la mente confluyen de manera única. Así también es el yoga. «No sólo el yoga es un relevador increíble del estrés, sino que ciertas posturas mejoran la flexibilidad, aumentan el flujo sanguíneo y abren el corazón, todo lo cual es necesario para una vida sexual caliente», dice Ellen Barrett, autora del libro Sexy Yoga.

Pérdida de peso, un cuerpo fuerte y flexible, piel hermosa, mente pacífica, buena salud y buen sexo es lo que el yoga puede hacer por vos. Sus beneficios no solamente se perciben a nivel del cuerpo, sino también remiten a la tranquilidad de la mente, lo que puede conducir a tener relaciones sexuales más placenteras y poder alcanzar orgasmos más intensos, gozando el viaje como nunca.

El yoga se ha relacionado con la función sexual positiva para las mujeres y los hombres», expresa Debby Herbenick, médica y autora de The Coregasm Workout y profesora asociada en la Universidad de Indiana en Bloomington. En el portal especializado Your Tango revela que «algunas personas incluso reportan orgasmos más intensos (orgasmos de cuerpo entero o de varias horas) usando posiciones sexuales inspiradas en el yoga. Luego está el hecho de que sólo la práctica de técnicas de respiración de yoga, también pueden mejorar su vida sexual».

Según la experta, hay muchas posturas fabulosas de yoga que ayudan a aumentar la circulación a nuestra región pélvica, que hacen que toda la zona se vuelva más viva, dando como resultado ¡un tiempo lleno de diversión y amor bajo las sábanas con tu pareja!

De la flexibilidad creciente a la plena consciencia mental, te presentamos algunas posiciones de yoga que podés usar para reavivar la chispa y salir de la rutina sexual.

– Perpendicular hot:

Acostado/a sobre la espalda con las rodillas dobladas en el pecho, hay que enderezar las piernas para que estén perpendiculares a la cama. Luego, apoyar la espalda baja con las manos y doblar con las caderas para bajar las piernas por encima y que se encuentren juntos. La pareja puede arrodillarse detrás o estar parado si vos estás cerca del borde de la cama. Esto permite una penetración profunda.

– Arco de perrito:

Boca abajo hay que levantar la cola lo más que se pueda, con las manos y los pies apoyados por completo en el piso. De esta manera, la pareja podrá brindar una penetración o sexo oral interesante.

– ¡Dame la A!:

Parado/a con los pies separados (la distancia va depender de la flexibilidad). La parte inferior tiene que estar adelante con la cabeza abajo de la parte superior del cuerpo para llevar el pecho cerca de las piernas y la pareja, detrás.

 

– Insecto muerto:

Si bien su nombre no suena muy sexy, la práctica sí lo es. Hay que acostarse boca arriba, sostener los bordes exteriores de los pies con las manos y estirar las rodillas hacia el suelo. Eso hará la penetración más abierta.

– Gatito: 

De rodillas, con los hombros directamente por encima de las muñecas y las caderas sobre las rodillas. Inhalá y arqueá la espalda, levantando el pecho y el corazón lejos del vientre. Exhalá y redondeá hacia atrás, dibujando el vientre en la columna vertebral, separando los omóplatos. Y la pareja puede realizar la penetración o el sexo oral desde atrás, quedándose en esta última posición. Además, esta pose como ejercicio, fortalece los músculos de Kegel -los maravillosos músculos que se contraen durante el orgasmo- lo que produce mejores orgasmos y más controlados.

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