Tal como su nombre lo indica, el verbo en inglés to swing es moverse de un lado a otro.
Por eso se lo ha usado para calificar en el plano de la sexualidad a aquellas personas que intercambian sus parejas con otras.Esta movida comenzó a finales de los ’70 y tuvo su máximo auge durante los ’80 en los Estados Unidos y algunos países de Europa como España donde eran famosos los sitios restringidos en la sierra de Madrid en los que muchas personas se reunían a tener estas prácticas.
En los ’90, con la llegada de publicaciones en varias revistas, desembarcó en América Latina y a partir de la apertura de bares swingers, se propagó mucho más allá.
Sin caer en orgías sin freno, es una forma más de relacionarse con otros sexualmente como un estilo de vida o una manera hot de romper la rutina.»
Quienes llevan adelante este tipo de intercambio de parejas suelen hacerlo mediante reglas previamente pactadas de forma clara y consentida por todos.
En primer lugar, no suele ser para personas solteras. La mayoría de quienes llevan adelante esto son heterosexuales pero también se estila entre parejas homosexuales.
Salvo algunos casos muy específicos, ser swinger es con pareja y las relaciones son recomendables hacerlas en un mismo espacio, ya que por definición, la idea es ver gozar al otro con otro.
En muchas capitales del mundo existen sitios a dónde acudir y gozar al máximo. Por ejemplo, en la ciudad de Buenos Aires está el club Anchorena que tiene salas de bar, restaurantes eróticos, habitaciones de hotel y hasta un sector nudista repartidos en sus siete pisos de alto.
¿Da que yo lo haga? ¡Pero claro!
Si dan ganas de probar ser swinger, no hay más que seguir algunas recomendaciones y tirarse directo a este torbellino de fantasías y placer:
1- Hablá con tu pareja y definí claramente cómo empezar.
2- El contacto visual con tu pareja es fundamental a la hora de tener sexo con otros. Es la clave del disfrute.
3- Respetá la voluntad de todos a la hora de tener sexo.
4- Siempre practicá sexo seguro. El uso del preservativo como los de la línea M es fundamental a la hora de cuidarse de embarazos o de enfermedades de trasmisión sexual.
5- Arrancar por un club como el que ya te contamos es un buen comienzo.
6- Protegé la privacidad y la vida sexual del resto de los otros involucrados.
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